Cada año se detectan en España más de 26.000 casos de cáncer de mama. Esta neoplasia de alta prevalencia en la población femenina es el cuarto tumor más diagnosticado a nivel nacional y, de hecho, es el primero entre las mujeres.
Estas cifras hacen que el cribado de cáncer de mama adquiera una gran relevancia hoy en día. Una detección precoz de esta patología oncológica es clave en su pronóstico. Sin embargo, cuando se habla de programas de cribado de cáncer de mama muchas personas tienden a confundir las mamografías con las ecografías de mamas.
La Dra. Elena Cortés, vicesecretaria de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Canarias (SOGC) y Jefe de Sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil (CHUIMI), señala la diferencia entre ambas pruebas.
“Son dos técnicas radiológicas diferentes” explica la especialista quien hace especial hincapié en que a pesar de ser diferentes “son complementarias y no excluyentes entre sí”. A este respecto, según la ginecóloga, “el diagnóstico y el cribado de cáncer de mama se basa fundamentalmente en la mamografía que es una técnica que se basa en radiaciones ionizantes, en rayos X”.
Sin embargo, en ocasiones “por la densidad de la mama o por las características de las lesiones es necesario completar el diagnóstico de la mamografía con una ecografía que es un sistema de diagnóstico que se basa en el ultrasonido”. En este caso “no hay radiaciones ionizantes y por las características técnicas de la prueba se valoran las lesiones de un modo diferente”, afirma. De hecho, la Dra. Cortés hace referencia a que “gracias a las ecografías podemos detectar si se trata de un quiste o es una lesión sólida que en la mamografía a veces es difícil de distinguir porque todo aparece como una lesión blanca”.
Tanto la mamografía como al ecografía de mama son pruebas que permiten observar y obtener mucha información sobre el estado de salud de las mamas de la paciente. Por ello, se recomienda a todas las mujeres acudir al ginecólogo en caso de notar la presencia de bultos en sus senos. Según los expertos los exámenes mamográficos solo son necesarios en la población de mujeres a partir de los 50 años siempre y cuando no existan factores de riesgo importantes.